En la ciudad de Córdoba contamos con un estudio sobre la flora briofítica, llevado a cabo por Rosario Oliva. En este catálogo aparecen registradas 63 especies de musgos y 5 de hepáticas. Con los nuevos datos recientemente obtenidos por nosotros dicha lista está en proceso de ampliación. En el itinerario previsto, para dar a conocer todas las especies de hepáticas de la ciudad y algunos de los musgos más frecuentes y extendidos, se han incluido precisamente dos especies que no habían sido previamente registradas en el citado catálogo: la hepática Fossombronia wondraczekii y el musgo Fabronia pusilla.
La actividad, junto al punto de encuentro (Arco del Triunfo) se inició con una breve introducción teórica sobre los briófitos (musgos y hepáticas), y con la entrega de una clave de identificación y de unas láminas en color plastificadas, como documentación de apoyo para la ruta botánica.
La primera parada consistió en localizar y observar varias especies de musgos típicas de muros. Por un lado estuvimos un rato rastreando los restos de la muralla romana que hay a ambos lados del Arco de Triunfo, y pudimos observar la presencia de varias especies de musgos, entre otras las siguientes: Timmiella sp., Bryum dichotomum, Funaria hygrometrica. A continuación nos dirigimos al muro del paseo de la Ribera, en las inmediaciones de la noria del molino de la Albolafia, donde es posible contemplar una comunidad monoespecífica y densa del musgo más común en muros con fuerte insolación. Nos referimos a Tortula muralis, que en estado deshidratado destaca por la existencia de unos largos «pelos» hialinos, blanquecinos, muy visibles, y que caracterizan a esta especie, una de las más comunes de la ciudad.
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Fig. 1. Tortula muralis sobre la barandilla de calcarenitas del paseo de la Ribera, junto a la Noria de la Albolafia. |
La siguiente parada en el itinerario previsto no es otra que la Mezquita-Catedral y el Patio de los Naranjos, localidad urbana que destaca como punto de interés briológico en la ciudad de Córdoba por ser el único emplazamiento donde se pueden observar creciendo las seis especies de hepáticas que por ahora han sido catalogadas en este núcleo urbano. No deja de ser sorprendente que en el estudio preexistente, en la localidad denominada «Patio de Los Naranjos», sólo se indicara la presencia de dos especies de musgos, Scorpiurium circinatum y Fissidens crassipes, sin ninguna mención a las hepáticas allí presentes, y que pudieron ser observadas en la actividad.
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Fig. 2. Lunularia cruciata y Scorpiurum circinatum creciendo juntos en el empedrado del Patio de los Naranjos. |
En el empedrado del patio pudimos observar hepáticas talosas con aspecto aplanado, como es el caso de Lunularia cruciata (con sus característicos cestillos en forma de media luna llenos de diminutos propágulos) y de las pequeñas rosetas de Riccia lamellosa y R. crystallina. De entre todas las especies del empedrado hay que poner el énfasis en la importante población de Fossombronia wondraczeckii, una minúscula hepática talosa pero con aspecto inconfudible, ya que recuerda a una diminuta escarola de unos 5 mm de longitud y color verde pálido. En la fecha de la visita ya podían verse sus numerosos esporofitos, con setas hialinas -muy cortas al principio, luego muy alargadas- y cápsula esférica (verdosa al principio, negra en la madurez, antes de romperse y liberar las numerosas esporas que alberga en su interior).
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Fig. 3. Riccia lamellosa |
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Fig. 4. Fossombronia wondraczeki |
Para completar el catálogo de especies de hepáticas del empedrado y de las losas de calcarenita hay que mencionar a Sphaerocarpos texanus, otra diminuta especie de aspecto también muy singular, de talo redondeado y recubierto por numerosos involucros o recipientes de forma ovoide que albergan las células sexuales reproductoras.
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Fig. 5. Sphaerocarpos texanus creciendo en el empedrado |
En la fachada externa de la Mezquita, concretamente en el muro oriental, se localizan varias poblaciones de Targionia hypophylla. Se trata de una hepática de aspecto plano y alargado, negra por debajo y por los bordes, y que hasta el momento sólo había sido citada del Alcázar, al igual que en el caso de S. texanus.
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Fig. 6. Targionia hypophylla, creciendo en el muro externo de la Mezquita |
Tras la visita a la Mezquita nos dirigimos a los muros exteriores del Alcázar, con orientación norte, para observar tanto musgos como hepáticas. Al pie de los muros, en el albero fuertemente compactado, puede observarse una comunidad de las hepáticas R. crystallina y S. texanus.
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Fig. 7. Riccia crystallina y Sphaerocarpos texanus en el rellano de alvero al pie de los muros del Alcázar. |
En el muro, la hepática que encontramos es L. cruciata. Las zonas con escorrentía de los muros aparecen cubiertas por musgos y por algunas especies de flora vascular de preferencia ecológica rupícola. Entre las especies de musgos que pudimos observar están Aloina ambigua, Enthostodon pulchellus y Timmiella sp.
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Fig. 8. Lunularia cruciata creciendo en el muro exterior del Alcázar. |
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Fig. 9. Timmiella sp. creciendo en el muro del Alcázar. |
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Fig. 10. Aloina ambigua |
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Fig. 11. Enthostodon pulchellus, con sus característicos esporofitos. |
La ruta finalizó en el área ajardinada adyacente a los Baños Califales, observando varias especies de musgos epífitas, Fabronia pusilla y Orthotrichum diaphanum. De ellas hay que destacar la primera, ya que no aparece citada en el catálogo de briófitos preexistente. Se trata de un musgo acrocárpico, diminuto, de aspecto sedoso, con filidios terminados por un pelo hialino y cápsulas minúsculas. En concreto la encontramos creciendo sobre el estípite de una palmera canaria. O. diaphanum es un musgo epífito relativamente común sobre cortezas de varias especies de árboles urbanos, y su presencia ya era conocida en la ciudad de Córdoba. También posee filidios rematados en un pelo hialino, pero en este caso las cápsulas son casi sentadas, con seta muy corta. Además de en esta palmera, en los olmos adyacentes a los Baños Califales también encontramos poblaciones de este musgo epífito.
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Fig. 12. Fabronia pusilla creciendo sobre una palmera canaria.
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Fig. 13. Orthotrichum diaphanum. |