El avispón oriental (Vespa orientalis), insecto originario de la cuenca oriental del Mediterráneo, se detectó por primera vez en Andalucía en 2018, extendiéndose rápidamente por las provincias de Málaga y Cádiz. Su presencia aquí plantea una serie de problemas y ahora se considera una amenaza para la biodiversidad, la apicultura y la salud pública.

Vespa orientalis sitting on a leaf

Origen y propagación de la Vespa orientalis

Inicialmente, sólo vivía una especie del género Vespa en la Península Ibérica : el avispón europeo (Vespa crabro). Pero en las últimas dos décadas han llegado al territorio otras tres especies. El avispón asiático (Vespa velutina), presente desde 2010, ocupa gran parte del norte peninsular, Portugal y Cataluña. En segundo lugar, el avispón bicolor (Vespa bicolor) está presente en la provincia de Málaga desde al menos 2013, pero no ha invadido otras regiones y se considera como especie con baja capacidad de expansión. Por último, Vespa orientalis detectado por primera vez en Valencia (2012) y Algeciras (2018). Desde entonces ha expandido rápidamente su presencia y densidad de población en las provincias de Cádiz y Málaga (Castro y Pico, 2021). Podemos afirmar que tras esta publicación, el fenómeno se ha acelerado.

Históricamente, Vespa orientalis es una especie común en las regiones más cálidas del sur de Europa, Oriente Medio y el norte de África. Sin embargo, el avispón oriental ha sido capaz de colonizar rápidamente nuevos territorios gracias a sus cualidades depredadoras oportunistas y muy probablemente a la ampliación de la zona favorable por el cambio climático.

Proceso de colonización de Vespa orientalis en Andalucía. Fuente: plataforma Observation.org. Cuadros rojos: presencia acumulada desde el 2017 (Observation.org). Puntos morados: presencia de la especie por año desglosado (GBIF).

 

2024: actualmente hay un 30% de avistamientos más que el año pasado.

 

Vespa orientalis está perfectamente adaptada a los climas cálidos y secos de la cuenca Mediterránea y ha ido colonizando toda su ribera. Por lo tanto, es muy probable que se expanda por gran parte de España en un futuro próximo, instalándose en el interior donde las condiciones invernales no le sean desfavorables, ocupando una parte cada vez mayor del país.

Uno de los factores más significativos para la expansión de los avispones es el comercio internacional. Las colonias pueden viajar fácilmente en barcos, aviones o en cargamentos, lo que facilita su dispersión. Al mismo tiempo, el calentamiento global también está desempeñando un papel clave en la expansión de esta especie, al ampliar las zonas donde puede sobrevivir y reproducirse. Los inviernos más suaves y los veranos largos y calurosos permiten a los avispones establecerse en zonas que antes habrían sido inhóspitas.

Problemas medioambientales

Los avispones y las avispas sociales se alimentan principalmente de sustancias ricas en azúcar (néctar, miel, savia, fruta madura). Para proporcionar proteínas a sus crías, las obreras cazan presas muertas y vivas de diversos invertebrados (abejas, moscas, avispas, mariposas, saltamontes) y toman carne o pescado originalmente destinados al consumo humano.

Una de las primeras víctimas de la llegada de Vespa orientalis a Andalucía es la población local de insectos polinizadores, en particular las abejas de colmena. Encuentran una combinación ideal de carbohidratos y proteínas gracias a la miel, el néctar, las abejas y sus larvas. Como depredador voraz, el avispón no sólo se alimenta de avispas, abejas y otros insectos sociales, sino también de muchos polinizadores solitarios y moscas. Esta presión sobre las poblaciones de polinizadores está provocando una reducción de la diversidad de las especies locales.