Desde los primeros años de la década del 1990, varios colectivos y numerosos ornitológos han estudiado la rica comunidad de aves del río Guadalquivir a su paso por Córdoba. Tras largos años y muchísimos esfuerzos, el entonces grupo ecológista GODESA consigió la declaración de los Sotos de la Albolafia como Monumento Natural por parte de la Junta de Andalucía. No fue fácil pero el empeño surtió efectos. Desde entonces y en gran parte gracias a su labor, cualquier cordobés sabe que en los Sotos viven muchos pájaros. El grado de conocimiento es más o menos acertado pero es cierto que existe una consciencia popular bastante grande acerca de la riqueza del río para las aves.

Nuestra asociación estudia el río, sus aves, plantas, insectos, mamíferos y hongos desde el año 2008 y publica anualmente una revista científico- divulgativa llamada Arvícola, obra bastante inusual en el panorama actual. Nos beneficiamos de la colaboración de buenos fotógrafos, aportaciones de personas que aprecian los ríos, y sobre todo de estudios científicos rigurosos. A cada nuevo número, estamos a la vez muy agradecidos y orgullosos de poder continuar con el proyecto. Nuestra idea es documentar, “conocer lo máximo sobre el río” sobre el río, especialmente sus valores medio-ambientales y los usos que podemos dar a este espacio.

Facilitamos esta revista de forma desinteresada a las bibliotecas públicas de la ciudad y esta colgada en internet de modo que todos podemos acceder a la información y belleza de las imágenes. Por supuesto, cuando la ocasión se presenta obsequiamos ejemplares a las autoridades para que conozcan más sobre el río.

Señor Alcalde, el río tiene más que “bichitos” y “arbolitos”. Decenas de especies con nombre y apellido ocupan el espacio durante alguna de las estaciones. Hay especies tan emblemáticas como la nutria que se dejan ver desde el propio puente romano, aves tan carismáticas como el calamón, una colonia de reproducción de garzas en plena ciudad, insectos tan raros como la libélula Onychogomphus costae, árboles con tamaño remarcable como el sauzgatillo (Vitex agnus castus) de la Alameda del Corregidor, y mucho más. Y seguimos añadando nuevas especies a la lista cada año. El río es un tesoro que hay que saber cultivar sin despreciar. Tiene un atractivo muy especial al cual responden los cordobeses y los turistas. Solo hace falta pasear por el Puente Romano para constatar que disfrutan de este rincón natural y de paz, localizado a la vera de los monumentos históricos de obligada visita. Los Sotos de la Albolafia y el río son una experiencia que enriquece la ciudad. Su paisaje y su vegetación necesitan un manejo apropriado para destacar el conjunto de los valores del río, y proporcionar un hábitat natural a las especies silvestres. Para el Guadalquivir a su paso por Córdoba, de poco nos valen modelos urbanísticos como son el canal Alfonso XIII (muchos lo confunden con el Guadalquivir) en Sevilla y tampoco el Manzanares en Madrid. Córdoba tiene unas riberas y un río maravilloso, declarados Monumento Natural, y una explendida oportunidad de ser un ejemplo de coexistencia del río, su ciudad y la herencia patrimonial y mediomabiental. Sepamos aprovecharla correctamente.

Florent Prunier,
Presidente AEA El Bosque Animado

Córdoba, 20 de septiembre de 2013