(según la expresión consagrada por Jordi Sala) … no se acaba, sino todo lo contrario. En efecto, la taxonomía del género Triops ha sido objeto de varios estudios recientes con resultados contradictorios.

Hay que leer los artículos citados a continuación para entender la magnitud del problema. Aquí solo pretendemos dar pistas. Básicamente en los años 50, se redujo un impresionante número de especies a solo 4 en todo el planeta, situación aceptada hasta hace poco.

Los Triops son muy similares entre sí, y resulta muy difícil encontrar criterios morfológicos para separarlos.

Estudios genéticos recientes ponen de manifiesto una variabilidad de los taxones y la existencia de posibles especies crípticas (es decir casi imposibles de diferenciar por morfología). Esta situación ha llevado a la descripción de especies endémicas del sur oeste de la península ibérica por Korn et al 2010 (aunque en 2006 no se llegó a esta conclusión).

 

Tras la descripción de esos taxones endémicos, el artículo de Vanschoenwinkel et al. 2012 vuelve a analizar el caso y encuentra distancias genéticas que no parecen ser suficientes como para justificar el estatus de especies para nuestros taxones.

Como podéis imaginar, hay todo un hilo argumental detrás de esta escueta frase, aunque por desgracia, el artículo no parece llegar hasta sus últimas consecuencias porque no propone la sinonimia. Así que de momento, la situación no está muy clara. No obstante, el mapa y el cladograma del artículo parecen ser ilustrativos de la opinión de los autores.

De paso notar otra especie realmente increíble en cuanto a su distribución, T. granarius, distribuida en Norte África, Sudáfrica, China y Japón.