De las 22 especies de avispones que hay en el mundo, cuatro viven en España. Sólo una de ellas, el avispón europeo (Vespa crabro), es autóctona del continente europeo. Las otras tres especies son originarias de Asia y han sido introducidas en los últimos años. Estas últimas se consideran invasoras y suponen una amenaza para la flora y la fauna endémicas. Este artículo da las claves para aprender a diferenciar los avispones en Andalucía.

Como su nombre común indica, los avispones (género Vespa) son los himenópteros perteneciendo a la familia de las avispas (Vespidae) de mayor tamaño en España. Además todas las especies presentes en nuestro territorio poseen la frente, las mandíbulas y el clípeo amarillos y sin mancha.

Los avispones construyen nidos de gran tamaño, hechos de fibras vegetales masticadas que forman una estructura parecida al papel. Estos nidos suelen encontrarse colgados de los árboles, bajo los tejados o en otros refugios naturales.

Omnívoros, se alimentan de néctar y fruta, y cazan otros insectos para alimentar a sus larvas. El vuelo es muy ágil, gracias en gran medida a las alas delanteras más grandes, lo que permite cazar al rececho.

En la actualidad, cuatro especies de avispones son presentes en Andalucía. Sus diferencias anatómicas hacen que sean fáciles de identificar visualmente o por foto. Es importante aprender a reconocerlos y no confundirlos con otros insectos beneficiosos.

Los avispones pueden ser territoriales y picar cuando se sienten amenazados, sobre todo alrededor de sus nidos. Para ello tienen un aguijón que inyecta veneno en la piel de la víctima. A diferencia de las abejas, el aguijón de la Vespa es liso, lo que le permite picar varias veces sin perder su aguijón. Su picadura puede ser dolorosa y, en algunas personas, provocar reacciones alérgicas.

El avispón europeo, Vespa crabro

El avispón europeo es, por tanto, el único avispón autóctono del continente. Se distingue de otras especies por la serie de rayas amarillas con manchas y puntos negros, claramente visibles en su abdomen. Se reconoce también por por sus patas rojizas. De adulto, el avispón europeo es masivo y mide unos 2,5 cm. Suelen construir sus nidos en agujeros de árboles o en cavidades de edificios, a menudo a más de dos metros de altura. Especie nativa, introducida en Norte América.

Vespa velutina

El avispón asiático, Vespa velutina

El avispón asiático se distingue fácilmente del europeo por su coloración marrón oscura y las puntas (tarsos) amarillas de sus patas. El abdomen es negro excepto por una fina línea naranja-amarilla en la parte anterior (entre los segmentos 1 y 2) y el cuarto segmento, que también es naranja-amarillo. El tamaño del avispón asiático varía entre 2 y 4 cm de longitud. Sus nidos, muy fáciles de detectar, suelen construirse en las copas o ramas altas de los árboles y es muy raro encontrarlos en infraestructuras humanas. Especie que coloniza la vertiente atlántica de la Península Ibérica desde el año 2010.

Vespa-orientalis

El avispón oriental, Vespa orientalis

El avispón oriental es fácilmente reconocible gracias a su coloración específica: el cuerpo es rojo-cobrizo a excepción de dos anchas franjas de color amarillo vivo, cada una con dos puntos negros. Al igual que el avispón europeo, Vespa orientalis mide aproximadamente 2,5 cm de largo. Sus nidos se encuentran en lugares muy variados, como troncos de grandes árboles, infraestructuras humanas o bajo tierra. Especie detectada en Algeciras en 2018 expandiéndose desde entonces en la España mediterránea.

El avispón bicolor, Vespa bicolor

El avispón bicolor, que mide unos 2 cm, es la más pequeña de las especies presentes en España. El cuerpo, incluido el abdomen y las patas es completamente amarillo. El tórax en visión dorsal posee una gran mancha negra en forma triangular. Construyen sus nidos en árboles altos, en cavidades de rocas o bajo tierra. Detectado en 2013 en Málaga con un proceso de expansión más lento que las otras especies.

En las fichas de las especies invasoras de España editada por el MITECO, se describe la Vespa mandarina, pero es importante resaltar que no ha sido detectada en España hasta la fecha.