Soy Louis Brenier, vivo en Clermont-l’Hérault (Francia). Estoy estudiando un BTS de protección de la naturaleza. He realizado una estancia de cuatro semanas desde mediados de febrero a mediados de marzo de 2025 en le Genal Field Station, colaborando en varios proyectos de seguimiento y conservación de la Asociación El Bosque Animado.
Lo que más me ha gustado de la estancia aquí es la riqueza de la biodiversidad en Andalucía. Quedandome asombrado por la diversidad de especies presentes en el territorio de estudio. Los paisajes de esta parte de Andalucía quedarán gravados en mi memoria, entre montañas, biodiversidad ibérica y mediterránea y la proximidad del mar.
La acogida de Florent y Silvia ha sido calurosa y los proyectos llevados a cabo muy interesantes. Es una excelente oportunidad para pasar un tiempo agradable aprendiendo un montón de cosas.
Destacar también algo que he apreciado mucho, poder hablar con los vecinos de Benarrabá. Aconsejo tomarse un tiempo para intercambiar conversaciones con ellos ya que son muy simpáticos y acogedores.

Durante mis cuatro semanas de prácticas en la Estación de Campo del Genal, trabajé en la cartografía general del río Genal y participé en el seguimiento de nutrias.

Cartografía del Genal y seguimiento de nutrias: una experiencia de campo

A principios de febrero, la Estación de Campo del Genal puso en marcha uno de sus principales proyectos para 2025: la cartografía del río Genal, uno de los últimos ríos salvajes de Andalucía. El objetivo era crear un mapa detallado para conocer y controlar mejor las poblaciones de odonatos.
Antes de comenzar el trabajo de campo, Florent Prunier, Clémence Grisot, Joel Ríos y yo utilizamos QGIS y QField para trazar transectos de 100 metros y 1 km, lo que facilitó la localización de nuestros puntos de estudio.
Sobre el terreno, empezamos a recoger multitud de datos: el caudal del agua, la anchura del río cada 100 metros y los distintos tipos de mesohábitat (playas lentas, rápidos, cascadas, etc.). También nos interesamos por las pozas de madriguera, cruciales para las larvas de odonatos, midiendo su profundidad y superficie.
El trabajo empezó en serio el martes 18 de febrero. Cada día recorrimos entre 2 y 8 km para cartografiar los 60 km de río. Armados con nuestros metros, decámetros y teléfonos de campo, tomamos todas las medidas necesarias, integrando los datos directamente en nuestro mapa digital.
Al mismo tiempo, también estaba monitoreando nutrias a lo largo de los mismos transectos. Tenía bolsas para recoger sus excrementos y una aplicación para registrar mis observaciones. Las nutrias marcan su territorio depositando sus excrementos en sus límites. Normalmente había entre uno y tres sitios de marcado cada 100 metros, a menudo en rocas iluminadas por el sol. La mayoría de estas marcas estaban ubicadas aguas abajo de los rápidos, cerca de pozas o áreas de más de 50 cm de profundidad. Mi función era localizar estos lugares y recoger las muestras. Para cada muestra, llené un formulario a través de la aplicación Observación, especificando la especie, el método de muestreo, la ubicación y etiqueté cuidadosamente cada bolsillo. Este minucioso trabajo contribuiría a una mejor comprensión del hábitat, la dieta y el comportamiento de las nutrias en este río.
Las últimas dos semanas las pasamos principalmente en trabajo de oficina, donde analizamos y ordenamos los datos recopilados por Florent y los voluntarios anteriores. Este trabajo fue esencial para planificar las próximas áreas de muestreo. Con Clémence, también pasamos muchas horas observando Aphelocheirus bajo el microscopio, un ejercicio que requiere mucha paciencia. Al mismo tiempo, realizamos identificaciones de larvas de odonatos, un trabajo técnico y minucioso.
También nos tomamos el tiempo de crear una guía detallada para futuros voluntarios, para facilitar su comprensión de los protocolos y ayudarlos a reconocer las diferentes especies presentes en el campo. Esta guía fue una herramienta valiosa para garantizar la continuidad del trabajo en el río y una mejor coordinación de los futuros esfuerzos de monitoreo.

 

El fin de semana, entre exploración y encuentros

A pesar de las condiciones meteorológicas a veces desfavorables, pude aprovechar los fines de semana para hacer fotos, explorar los alrededores y visitar Gaucín.
También participé en la instalación de nidos para golondrinas, junto a Clémence y Silvia, lo que nos permitió hacernos amigos de los habitantes de Benarrabá. Y por supuesto, compartimos deliciosas infusiones con Florent y Silvia, en compañía de sus mascotas Flaco, Neko y Marvel.
PD: Entre dos análisis, también sufrimos cortes de luz (un pequeño inconveniente para trabajar pero que superamos)»