Durante el último fin de semana de enero de 2010 celebramos en Vélez Málaga un taller de aves marinas dirigido a aficionados a la ornitología marina. Se planteó como objetivo del taller aprender a diferenciar las especies de aves marinas comunes invernantes y residentes en el litoral malagueño, así como los proyectos que actualmente se llevan a cabo en relación con el seguimiento de algunas especies.
Para ello se impartieron dos clases teóricas y tres clases prácticas.
Tras la recepción de los asistentes el viernes 29 por la tarde, se impartieron las charlas tituladas “Aves marinas y adaptaciones al medio” y “Las aves marinas en Málaga” y una introducción a los proyectos RAM e ICAOS. El sábado 30 se inició la jornada a las 8:30 en el Peñón del Cuervo, con la primera clase práctica. Desde el observatorio los alumnos estuvieron observando diferentes especies de aves marinas en paso al Oeste, diferenciando con éxito las características del plumaje de especies de gaviotas de varios grupos de edad, pardelas, charranes, cormoranes, alcatraces y págalos. La experiencia duró más de dos horas. Se incidió especialmente en el comportamiento de algunas especies, su figura, porte, silueta y forma de vuelo, aspectos muy relevantes en la identificación cuando el plumaje no es visible. La segunda clase práctica consistió en la realización de varias inspecciones costeras de playas en busca de cadáveres orillados de aves marinas y cetáceos. (ICAOs) Se impartió una charla en el mismo observatorio sobre la metodología a aplicar para la búsqueda de cadáveres así como del esfuerzo aplicado, características de la playa prospectada y cómo rellenar los formularios. Nos organizamos en 5 equipos y prospectamos las playas de 35 kilómetros de litoral, con el resultado de 4 cadáveres de aves encontradas.


La tercera clase práctica consistió en el seguimiento de la población invernante de gaviota cabecinegra, especie que junto a la pardela balear ha sido clave para la propuesta de una IBA Marina en el litoral malagueño, y por la cual se va a proponer La Axarquía como una ZEPA, ya que se ha constatado recientemente que utiliza esta área de invernada el 2% de la población mundial de gaviota cabecinegra. Se censaron 20000 ejemplares (±2000), cifras similares a las obtenidas el año anterior en el mismo lugar (19.650). El sábado por la noche se impartieron las charlas “la Red de Observadores de Aves y Mamíferos Marinos – RAM” e “Inspecciones Costeras de Aves Orilladas – ICAOs». Además, aprovechando el interés mostrado por los alumnos y la organización del taller hubo tiempo para practicar la identificación de especies mediante proyecciones fotográficas.
El domingo se hizo la última clase práctica, que consistió en la necropsia de tres aves orilladas, una gaviota reidora, una gaviota cabecinegra y un alca. Tras una primera necropsia realizada por el tutor a una de las aves, dos alumnas tuvieron la oportunidad de hacer lo mismo con los otros dos cadáveres. El objetivo de las necropsias era reconocer las diferentes partes del ave que pudieran ofrecer indicios sobre su posible causa de mortalidad.
El taller acabó con una barbacoa de pescado en el Peñón del Cuervo.
Opinión :


No tengo reparos en alabar una vez más el trabajo hecho por los miembros de la Asociación El Bosque Animado en la organización del taller de aves marinas.

Han sido tres días de convivencia ornitológica con personas iniciadas en mayor o menor grado en el mundo de las aves marinas y las cuales han mostrado en todo momento el mayor interés en la identificación de especies. Y así da gusto. En todo momento he tenido en cuenta la relevancia e interés de la información en el aporte de material didáctico, como el contenido de las presentaciones o del dossier, pecando quizá de exceso de información, pero que siempre vendrá bien a quien quiera aumentar sus conocimientos sobre las aves marinas. Ha sido una experiencia muy enriquecedora, tanto desde el punto de vista didáctico como social. Además, el sábado fue un día realmente duro, con muchas horas de observación, de pateo de playas y carreteras, viento fuerte de cara mermando las fuerzas para caminar sobre la arena, aprovechando las horas de luz hasta el ocaso para localizar y contar las gaviotas cabecinegras, las charlas, la cena… Y todo este esfuerzo por aprender algo más de gaviotas, de pardelas y de alcatraces.


Lástima que la mar quede a un par de horas de camino de Córdoba, porque seguro que en poco tiempo este grupo de avemarinólogos -y copio este término de mi querido amigo Andrés Bermejo- se haría cargo de un cabo RAM, de playas para hacer ICAOS, del censo de gaviotas y cormoranes invernantes, etc. Y aunque Córdoba quede lejos, espero que así sea algún día!

Mi enhorabuena y gratitud a todos ellos por el excelente taller realizado y espero que repitan viaje a Málaga o a otras zonas del litoral para volver a disfrutar de esta maravillosa familia de aves.

Un fuerte abrazo

Salvador García