Este año, nuevamente elegimos el mismo tramo del Guadalquivir para la toma de datos del Programa Andarríos, es decir, el tramo comprendido entre la antigua central hidroeléctrica de Casillas y las vías del ferrocarril, solo que en esta ocasión por su margen izquierdo para compararlo con los datos obtenidos en el año 2009 en su margen derecho.

La salida la realizamos en pleno apogeo del mes de mayo Cordobés, concretamente el sábado día 8, quizás por ese motivo el grueso de voluntarios que habíamos tenido en otras ocasiones se redujo a dos, pero ¡qué dos mas bien avenidos!

Tras las copiosas lluvias del pasado invierno y debido a los todavía persistentes lodos, no pudimos tomar muestras de macroinvertebrados. Aún con la crecida que sufrió el río en los meses previos al muestreo y con apenas un mes de diferencia con respecto a la toma de datos del año anterior (en el 2009 se muestreó en el mes de abril) en lo que respecta a los parámetro físico-químicos pudimos apreciar que el cauce que nos encontramos en esta ocasión era menor, con un caudal de 11.856 litros /sg frente a los 146.250 litros /sg del 2009.

En cuanto a los parámetros organolépticos, en el 2009 se encontraron más elementos contaminantes del tipo colillas, tetrabriks plásticos, poliestireno, lo que le daba el olor a huevos podridos o alcantarilla, mientras que en este 2010 apenas hemos encontrado restos, únicamente unas espumas no muy persistentes y ningún olor en particular.

La temperatura del aire la misma 21ºC mientras que la del agua más cálida en este 2010, pero también debido a que el muestreo lo realizamos a las 15:00 horas.

La transparencia, este año hemos obtenido mayor profundidad de visión como consecuencia de que la mayoría de las partículas en suspensión de las crecidas previas ya se han depositado en el fondo.

Los valores obtenidos de estructura, conectividad y continuidad de la vegetación no han variado de un año a otro por lo que el Índice de Calidad de Vegetación de Ribera es el mismo: ICVR= 7 (alteración importante pero recuperable).

La flora mucho más escasa con respecto al 2009 debido al arrastre producido por las grandes crecidas que sufrió el Guadalquivir, y a la tardía primavera que hemos tenido. En cuanto a la fauna, únicamente destacar el grupo de cabras que estuvo por allí pastando. Abejarucos, aviones comunes, vencejos y golondrinas nos deleitaron un año más con sus acrobáticos vuelos, y el ruiseñor bastardo y el autillo con su canto.

Los únicos impactos que encontramos fueron los de la propia vegetación dañada por el arrastre sufrido por la fuerza del agua y el suelo con síntomas de erosión.
Y algo que nos llamó mucho la atención fue un envase de algún abono o fitosanitario que encontramos con una forma un tanto peculiar ¡vean ustedes mismos!
Irene de Gabriel
Coordinadora del Programa Andarrios