En los Sotos de la Albolafia
y según la época del año en la que nos encontremos, es fácil ver montones de
pájaros de la misma especie que se agrupan por diferentes motivos. Así, a
finales de primavera y a lo largo del verano podemos ver las colonias de cría
de las garcillas, con sus pollos hasta entrado en los meses de julio y agosto.
A finales del otoño nos podemos deleitar con los vuelos acrobáticos de los
estorninos regresando cada tarde a su dormidero. En invierno, podemos disfrutar
con la presencia de los cormoranes, que vienen aquí a pasar los meses más fríos
del año.

Pero ¿como podemos
observarlos? Lo primero es saber identificar las especies más destacadas de las
que aquí hacemos una breve descripción. Luego hay que saber dónde buscarlas y
cuándo; ya hemos dado algunas pistas…

Garcillas
bueyeras:

aves ligadas al medio acuático aunque en ocasiones pueden aparecer en zonas muy
alejadas de este medio. Pertenece a la familia de las Garzas. De color blanco y
de tamaño mediano (unos 50 cm
de longitud) recibe su nombre por acompañar en muchas ocasiones a los rebaños
de ovejas y vacas. Su plumaje varía de color en la época de reproducción,
volviéndose anaranjado en cabeza y pecho y sus patas y pico se vuelven de un
rojizo intenso. Durante el periodo de cría forman colonias junto al agua que
podemos observar todos los años en los Sotos de la Albolafia. Los
nidos los realizan con ramas sobre los chopos. En invierno vienen a dormir aquí
y suelen pasar el día en el basurero alimentándose.

Martinetes: aves ligadas al medio
acuático. Pertenece a la familia de las Garzas. De colores discretos durante la
mayor parte del año, muda en época de reproducción adquiriendo un plumaje negro
en el dorso y blanco grisáceo en la parte ventral, el pico se vuelve totalmente
negro y los ojos de color rojo intenso. Se caracteriza en esta época por
presentar varias plumas largas que salen a la altura de la nuca. Su tamaño
ronda los 60 cm
de altura y su aspecto general es más rechoncho que el de las garcillas. Es un
pájaro que concentra sus momentos de mayor actividad al amanecer- atardecer y
durante las primeras horas de la noche. Por eso su nombre científico significa
«cuervo de la noche», además emite un sonido muy peculiar
«Waouw».Vive en colonias mezclados con otras especies de la misma
familia como garcillas, garzas o garcetas. Hace los nidos sobre los árboles al
igual que las garcillas.

Cormoranes: existen varias especies de
cormoranes en Europa (Grande, Moñudo y Pigmeo), el que está presente en los Sotos de la Albolafia es
el Cormoran Grande. Ave de tamaño grande, unos 90 cm de longitud, de intenso
color negro y muy buen nadador. Es típico observarlos sobre una rama que
sobresale del agua, con las alas abiertas secándolas al sol.En los Sotos sólo
es posible ver a esta especie durante los meses de otoño e invierno,
aprovechando el cobijo de los chopos y los eucaliptos.


Grajillas: pájaro de unos 32 cm. aproximadamente de la familia de los
córvidos. De color negro y con pico más bien corto, se caracteriza por
presentar la nuca y pecho de color gris ceniza y los ojos de un color azul
pálido casi gris. Como la mayoría de los córvidos, las grajillas son gregarias.
Cerca del puente Romano es posible verlas en primavera en los huecos
de los muros donde compiten con las palomas por colocar sus nidos. Resulta
divertido observar como se fijan y observan por todos lados antes de entrar en
su cavidad para que no les sorprendan Sus bandos no son tan numerosos como los
de estorninos, que tienen tamaño superior, y son más patentes en los meses fríos.

Estorninos: : Pájaros de talla mediana (19-22 cm.) de color negro que
pueden confundirse con los mirlos. Al contrario que éstos últimos, los
estorninos negros, que son los que nos encontramos en este entorno de los
Sotos, son gregarios formando grupos muy numerosos y ruidosos. Suelen agruparse
en tejados (ej. Palacio Episcopal) y en las copas de los árboles
(palmeras de Avda. Rep. Argentina). En vuelo, son características sus
alas cortas y triangulares. En primavera y verano presentan un plumaje negro
brillante con pequeños reflejos lilas y azules y pico amarillo. El plumaje
invernal es de un negro más apagado, con pequeñas motas pálidas y pico oscuro.
Es entre los meses de octubre y noviembre cuando se agrupan en mayor número en
las arboledas de los Sotos de la Albolafia, llegando a contabilizarse más de
23.000 ejemplares. Merece la pena acercarse a verlos durante la caída de la
tarde y ver sus acrobáticos vuelos en grupos de cientos de individuos volando
coordinadamente y descendiendo de repente hacia los árboles para coger sitio
entre las ramas donde poder pasar la noche. A menudo, se agrupan primero en los
tejados, tapizándolos de color negro, para luego elevarse en una gran nube que
acaba cayendo velozmente sobre la arboleda.

Biblografía consultada:
– Le guide Ornitho. Mullarney K, Svensson L y otros. Delachux et Niestlé.
Paris, 1999.
– Guía de las Aves de España. Eduardo de juana y Juan M. Varela. Lynx Edicions.
Barcelona, 2000.
– Guía de Aves del Estrecho de Gibraltar. David Barros y David Ríos. OrniTour.
Cádiz, 2002.
– Aves acuáticas. Frieder Sauer. Blume Naturaleza. Barcelona, 1990.

(Silvia Saldaña y
katie Higgins)