Este invierno 2009/2010 ha sido excepcional en cuanto a pluviosidad; el maltratado Guadiana se ha visto temporalmente recuperado. La mejor prueba de ello ha sido poder contemplar el pasado 2 de abril 2010 unas Tablas de Daimiel esplandorosas. En estas vacaciones de Semana Santa, las Tablas estaban llenas, pero no solo de agua … sino también de una nutrida procesión de locales y turistas nacionales venidos a constatar por ellos mismos, lo que los grandes medias habían comunicado. Fue toda una sorpresa ver como cientos y cientos de personas descubrian el Parque Nacional en un ambiente muy relajado y desanfadado… Hasta los gansos (Anser anser) cooperaron aterrizando espectacularmente en medio de la muchedumbre. Por cierto, los conocimientos taxonómicos parecían más desarrollados en niños que en adultos, ya que estos últimos confundían las ocas con patos (!) Algún ejemplar de galápago europeo (Emys orbicularis) se dió a conocer. En cuanto a las aves, estaban presentes sobre todo las más acuáticas, varias clases de patos y de zampullines; pero en poca cantidad, o quizás mejor dicho diluidas en la inmensidad del humedal. Sobresalientes fueron los avistamientos de un bando nutrido de al menos 15 Zampullines cuellinegros (Podiceps nigricollis) en el embarcadero y las paradas nupciales de los Porrones (Aythya ferina). Mientras tanto, varios machos de Sapo Corredor (Bufo calamita) emprendían de vez en cuando su melódico canto amoroso en pleno día. Fue decepcionante no observar ningún branquiopódo en las aguas someras que por otro lado estaban repletas de grandes copépodos.
Y por último, siempre es asombroso constatar la diferencia de fenología entre el Valle del Guadalquivir y la meseta, donde los Alamos (Populus alba) no están siquiera brotando, mientras en Córdoba, ya tienen todos hojas grandes y los sauces están en flor y con hojas.
Florent y Silvia