Resulta curioso que el pasado día 10 de diciembre en las inmediaciones del IFAPA (Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera) de Córdoba, situado en la Alameda del Obispo, el guarda de seguridad se encontrara una cría de nutria a las puertas del edificio, hecha un ovillo y enseguida fuese todo un acontecimiento, ya que las poblaciones de nutria aún habiéndose recuperado en estos últimos años, pues uno no acostumbra a ir encontrándoselas por ahí y menos en su puesto de trabajo. Suponemos que la aparición de este individuo en aquel lugar se debe a la proximidad del río y a las crecidas que sufrió en días pasados el Guadalquivir debido a las continuas lluvias.

La nutria (Lutra lutra) se halla protegida en España desde el 1973, está considerada de interés especial por el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas y la incluyen como especie Casi Amenazada (NT) en el Atlas de los Mamíferos Terrestres de España (2002). Aunque sufrió un declive en los años 80 se llevaron a cabo estudios, seguimientos e incluso programas de reintroducción, que han hecho posible la recuperación de sus poblaciones. La conservación de su hábitat, el control de la contaminación, el mantenimiento de las poblaciones de sus presas y una correcta gestión del agua son las bases de su conservación. Pero resulta anecdótico, que mientras aquí en España nosotros hagamos todo lo posible por su recuperación, en otros países como Argentina, y curiosamente en la ciudad de Córdoba, exista un criadero de nutrias, ya que al parecer su carne es muy apreciada por los distintos usos culinarios que se le puede dar: a la parrilla, al horno, al champiñón, en escabeche, etc.

El trabajador que se topó con la cría llamó al 112 y vinieron del Centro de Recuperación de los Villares a recogerla. Muy a mi pesar deciros que aunque la pequeña nutria aparentemente parecía sana y en buen estado, sólo era en apariencia, porque llamé hace unos días al Centro y me comunicaron que el animalito murió a los pocos días de recogerla debido a que padecía desnutrición y una afección respiratoria. Una lástima el final de la “pequeña”, pero al fin y al cabo, es ley de vida y cosas así ocurren en la naturaleza todos los días. Los ejemplares más fuertes y que antes consiguen adaptarse al medio sobreviven y el resto se quedan en el camino, pero entran a formar parte de la cadena trófica, sirviendo de alimento para otros animales ¡maravillas de la Naturaleza!

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