Andalucía va
recuperando la población de grullas invernantes que en los últimos
inviernos venía descendiendo, fundamentalmente en la provincia de
Córdoba.



Córdoba es una
provincia complicada puesto que las áreas de encinar se encuentran
en el norte de la provincia lo que obliga a algunos colaboradores a
realizar largos desplazamientos sin visitas previas, a veces, del
área de invernada. Esta es además una zona con dormideros
cambiantes cuando la falta de agua las obliga a dormir en embalses
que se pueden situar en la provincia de Badajoz, por lo que las
cifras reales de aves invernantes pueden estar por debajo de la
realidad.



En el resto de
Andalucía no se aprecian cambios importantes si bien en enero de
este año se ha batido el record en la localidad de la Janda después
de 115 años con más de 2.500 aves invernantes aunque luego bajó un
poco en la fecha de censo.

Pronto se publicará el informe final donde aparecerán los detalles de todos los censos y de los colaboradores.