A pesar de las malas condiciones meteorológicas previstas para el fin de semana del 8-9 de febrero, decidimos seguir con nuestro lema “hasta las últimas consecuencias” y puesto que esta salida ya estaba concertada desde hacía muuucho tiempo, nos plantamos en el Alto Guadiato.

Los principales objetivos de nuestra salida no nos defraudaron, pronto comenzamos a ver grullas, quizá no con las mejores condiciones, pero las vimos. Más dificil fue la detección de las grandiosas avutardas. La bruma y la fina lluvia impedían verlas con claridad. El mismo sábado por la tarde pudimos disfrutar de la llegada de las grullas al dormidero de Sierra Boyera. Por la noche una gran cena en buena compañía junto a la chimenea.

El domingo por la mañana más grullas y nuevos descubrimientos de charcas de importancia ibérica por la presencia de branquiópodos. Nos despedimos de las grullas hasta el invierno que viene…

Charqueando en los alrededores de Dª Rama