La zona central de Chile es característica por el clima mediterráneo, y es por ello que la mayoría de las plantas que aquí se encuentran, a pesar de ser muy distantes taxonómicamente a la flora mediterránea, presentan adaptaciones funcionales similares a ella, y así nos encontramos con gran diversidad de matorrales esclerófilos, con hojas duras y siempre verdes que les permiten enfrentarse a la fuerte sequía veraniega y a la herbivoría, factores muy limitantes a la regeneración natural. Una de las especies que más daño hace a las plantas es el conejo, introducido desde Europa y que aquí no presenta apenas depredadores que controlen su población.
En las quebradas que forman los ríos a su paso, las
condiciones de mayor humedad propician el desarrollo de bosques y la vegetación
es mucho más exuberante. Un buen ejemplo de estas formaciones es la Quebrada de Córdova,
situada en el litoral central de la
V región. Se puede acceder a ella desde El Tabo o Isla Negra,
ambas localidades costeras que los fines de semana se abarrotan de turistas que
buscan escapar de la gran ciudad. Abandonando a pie las carreteras repletas de
coches y mercados ambulantes es posible llegar a este escondido lugar, apartado
del ruido y bullicio costero, donde nos espera un paisaje impresionante y donde
encontraremos prácticamente todas las especies más representativas de la flora
de la región central.
En las zonas más expuestas aparece el litre (Lithraea
caustica), este árbol produce un líquido urticante que puede provocar
alergias, y de hecho la creencia popular indica que hay que pedirle permiso
para pasar por su lado. Otra planta característica y que llama la atención por
su morfología es el Chagual (Puya chilensis), planta de usos medicinales
y cuyo tallo se emplea para hacer cuerdas. En las laderas de sombra el peumo (Cryptocaria
alba) forma bosques húmedos con árboles de considerable longitud. También
nos encontramos otras especies cuyas hojas e inflorescencias se emplean en
infusión para fines medicinales, como el boldo (Peumus boldus) o el
molle (Schinus latifolius), cuyas hojas rizadas desprenden un olor muy
intenso, similar al del mirto.
Aunque es otoño, aparecen algunas plantas el flor como el
chilco (Fucsia magellanica) o la hemiparásita Quintral (Tristerix sp.).
El homónimo de nuestra ciudad está siendo objeto de numerosas
revindicaciones para protegerlo de amenazas como la erosión, invasividad de
plantas exóticas como la zarzamora y la contaminación de río por basuras. Se
espera su futura declaración como Santuario de
Vico
BOLDO
LITRE
QUINTRAL
MOLLE
CHAGUAL
CHILCO