Así el sábado 29 por la tarde cogimos el coche junto a tres compañeras más y nos dirigimos hacia La Puebla de D. Fadrique, el pueblo más cercano antes de la mítica montaña. Allí disfrutamos con los embutidos de la zona y nos aprovisionamos. El tiempo había sido inestable los días precedentes, con lluvias intermitentes, pero para el domingo se auguraba mejoría. Nos pusimos en marcha a las 9:00 de la mañana.
La ascensión nos duró menos de tres horas a pesar de perdernos al principio al estar el camino muy mal señalizado. Gracias a un grupo de Murcia y a su guía encontramos el camino por el Embudo y conseguimos llegar a la cima rodeada de una niebla espesa. Nos encontramos con varios grupos de personas. Comimos en la cumbre y descendimos por La Pedrera. Sin duda alguna fue lo mejor del día, bajar como esquiando entre las piedras sin apenas parar esos 1400 metros de desnivel, hasta conseguir llegar de nuevo a los coches. Nos gustó tanto que quizá repitamos con la nieve. En cualquier caso volveremos, seguro.