Bien sabido es que los liquenes son seres «curiosos» procedentes de la asociación simbiótica entre un alga y un hongo.

Detalle del líquen crustáceo Aspicilia sp. (probablemente A. contorta) sobre muro de hormigón en la Iglesia de los Padres de Gracia.

Aunque los líquenes son en general muy buenos bioindicadores de la contaminación atmosférica, existen algunas especies bastante tolerantes que pueden vivir en las ciudades.

Líquenes en proceso de colonización de la escultura de Manolete en la Plaza del Conde de Priego. Entre otras especies se pueden observar ejemplares del líquen crustáceo del género Rinodina.
Caloplaca flavescens (naranja) y Lecanora muralis (blanco-verdoso), dos especies de líquenes crustáceos comunes en los sillares de calcarenita de la Torre Malmuerta.

En estas los líquenes encuentran diversos tipos de sustratos donde desarrollarse, como es el caso de las cortezas de los árboles, los muros de piedra, ladrillo y hormigón, las tejas, las esculturas e incluso el mismo suelo en algunos jardines.

El muro de hormigón de las escalinatas de acceso a la Iglesia de los Padres de Gracia acoge a una nutrida comunidad de líquenes, entre los que destacan por su abundancia Flavoplaca citrina y Caloplaca teicholyta.
Muro de calcarenita y losas de gres en la unión de la C/ Conde de Priego y la Puerta del Rincón. Los líquenes más abundantes aquí son Lecidella carpathica y Caloplaca teicholyta.

La coloración de los líquenes es muy variada y a veces muy llamativa, con especies de color amarillo, naranja o verde-amarillento.

Vista parcial de la comunidad de líquenes de una pilastra de arenisca triásica junto a la Iglesia de San Lorenzo. En ella destacan tres especies de líquenes crustáceos: Caloplaca teicholyta (gris), Lecanora muralis (blanco-verdoso pálido) y Calogaya decipiens (naranja).
Detalle del líquen crustáceo Lecidella carpathica, caracterizado por la abundancia de peritecios de color negruzco y un tallo gris claro de aspecto granuloso.

Entre las especies de muros y elementos constructivos más comunes y abundantes en la ciudad de Córdoba están Caloplaca teicholyta, C. flavescens, Lecanora muralis, Verrucaria nigrescens, Lecidella carpathica, Aspicilia contorta y Rinodina sp.

Squamarina cartilaginea, líquen escuamuloso, sobre muro de calcarenitas en C/ Conde de Priego, único emplazamiento conocido hasta el momento en la ciudad de Córdoba.

Entre las que crecen en las cortezas de los árboles destacan sin duda Xanthoria parietina y Physcia biziana.